Valencia de Alcántara
El pueblo de las tres culturas
Contacto
Oficina de Turismo de Valencia de Alcántara
Plaza de Gregorio Bravo, S/N
10500 Valencia de Alcántara, Cáceres (Extremadura)
Valencia de Alcántara se sitúa en el corazón de la Raya Luso Extremeña, en la comarca natural de la Sierra de San Pedro y el Parque Natural Tajo Internacional. Cuenta con un clima mediterráneo con ligeras influencias atlánticas y en su ecosistema abundan los bosques de alcornoques y encinas, encontrando un hábitat perfecto para especies como el águila imperial ibérica, la cigüeña o el buitre leonado.
La riqueza paisajística de Valencia de Alcántara es envidiable, sobre todo en su Campiña. los caseríos de La Aceña de la Borrega, Alcorneo, La Fontañera, Jola, Las Lanchuelas, El Pino, Puerto Roque, Las Casiñas, Las Huertas de Cansa y San Pedro de los Majarretes, convierten a esta zona en un lugar en el que perderse para disfrutar de los rincones más entrañables que nos regala la naturaleza.
El visitante puede disfrutar no solo de un rico patrimonio natural, también de un gran patrimonio histórico y artístico, compuesto por su barrio gótico, la iglesia Arciprestal de Santa María de Rocamador, iglesia de la Encarnación, el antiguo Convento de Santa Clara (Oficina de Turismo y Museo Etnográfico); el Ayuntamiento; el Castillo-Fortaleza (Centro de Identidad de los Primeros Pobladores), sin olvidarnos de su conjunto megalítico, considerado uno de los más importantes de Europa.
Curiosidad: En la iglesia Arciprestal de Santa María de Rocamador se celebró, el día 7 de octubre de 1497, la Boda Regia entre la Infanta Isabel, hija de los Reyes Católicos, y el rey de Portugal, Don Manuel «El Afortunado».
Este evento se conmemora en el pueblo de forma anual gracias al Festival Transfronterizo de la Boda Regia. Fue declarado Fiesta de Interés Turístico Regional en 2016 y tiene lugar la primera semana de agosto. En ella se recrea la boda real, además de celebrarse conciertos, rutas de senderismo, talleres infantiles y la ruta de la tapa, todo enmarcado en un ambiente renacentista.
La rica gastronomía es otro de los «platos fuertes», con una cocina tradicional que ha sabido conservarse a pesar del paso de los años, destacando los platos derivados del cerdo ibérico (buche, mondongas), el frite de cordero, la chanfaina, las migas o el gazpacho.
Destacan en su calendario festivo las fiestas de Los Mayos y la Cruz de Mayo, a primeros de ese mes, la romería de San Isidro Labrador, el 15 de Mayo, las Jornadas Transfronterizas “Boda Regia” a principios de agosto (declaradas Fiesta de Interés Turístico Regional) y la fiesta del patrón San Bartolomé a finales de Agosto.
No te puedes ir sin ver…
Valencia de Alcántara posee unos de los conjuntos megalíticos considerado de los más importantes de Europa, con más de 40 dólmenes, enterramientos funerarios datados entre el tercer y cuarto milenio a.C. y declarados Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en 1992. Muchos de ellos visitables a través de las rutas marcadas existentes en la zona, como La Zafra, Tapada del Anta, Mellizo, Data I y II y Cajirón I y II, estos últimos incluidos en la Ruta de Aceña de la Borrega y cuyo recorrido se realiza dentro del Monumento Natural del Paraje de la Data.
Es uno de los barrios más extensos de la provincia de Cáceres, con 19 calles y más de 260 portadas adinteladas, ojivales y de otros estilos. Fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico-Artístico en 1997, en cuyo centro se encuentra la Sinagoga, edificio datado del siglo XV reconvertido en Centro de Identidad de la Cultura Sefardí.
Pasear por sus calles transportará al visitante a épocas pasadas, donde a cada paso que dé descubrirá parte de su legado histórico y cultural, ya sea un escudo, una casa señorial, una marca o incluso el aroma a cocina tradicional que desprenden algunas calles con los guisos de sus vecinos.
Este templo gótico fue declarado monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional en 1982. Su belleza reside tanto en el exterior como en el interior del edficio y, además, guarda varias sorpresas artísticas para el descubrimiento del visitante. Por ejemplo, un retablo barroco restaurado por el taller de José de Churriguera, una talla policromada de Cristo que se atribuye a Berruguete y un cuadro pintado sobre ocho tablas ensambladas, de Luis de Morales.
La comunidad hispano-judía antes de su expulsión en 1492 por el Edicto de Granada y los judíos conversos que permanecieron, dejaron una huella aún palpable y que merece ser mostrada y puesta en valor. Los oficios que realizaban, sus rituales y objetos religiosos, sus fiestas, su idioma (el ladino), la estructura y significado del espacio que constituye la sinagoga, entre otros aspectos, dejaron vestigios en los espacios que habitaron, como las aljamas de Valencia de Alcántara, Alcántara y Brozas.
Muchas de las familias sefarditas que vivieron en este territorio se vieron obligadas a huir a Portugal tras el edicto, asentándose en las comunidades judías establecidas en Castelo de Vide, Castelo Branco o Belmonte, entre otros. Su influencia y legado convierten hoy en día a Tajo Internacional en un territorio donde la impronta sefardita sigue viva en sus calles, edificios, gastronomía, y en todo ese legado cultural e intelectual que esta comunidad dejó a su paso.