Salorino
Historia a través de molinos y naturaleza
Contacto
Ayto. Salorino
Plaza Constitución, 1
Sierra de San Pedro-Los Baldíos Salorino , Cáceres (Extremadura)
Salorino se encuentra situado al sur de la penillanura del río Salor, del que procede el nombre del pueblo. En este pueblo se mezcla la historia romana, con vestigios de una calzada en los pasos de la sierra y las ruinas de lo que pudiera ser una villa, con otros de época musulmana existentes en el Torrico de San Pedro.
Los primeros asentamientos fijos del actual Salorino se remontan a las repoblaciones de la Reconquista en el siglo XIII, y alrededor de la fuente del «Lugar». Allí surgieron posadas como la de «La Porra». En los últimos años de siglo XV, la localidad era una zona de descanso con mesones para que parasen a descansar quienes caminaban por las rutas de la Orden de Alcántara. Dicha orden se encargó de llevar hasta el lugar a nuevos pobladores que fundaron el actual Salorino. En 1791, cuatro encomiendas formaban el municipio: Belvís de la Sierra, Benfayán, Sacristanía y Hornos. En ese momento, entre las actividades económicas destacaban la exportación de cera, miel y pan cocido.
Curiosidad: Salorino es el lugar perfecto para la caza y la pesca. Para esta última, por ejemplo, existen tres cotos de pesca: en las charcas Grande, también conocido como Embalse Boyero, el de en Medio y el de Abajo. En ellas se pueden pescar tencas, carpas, black bass, cangrejos rojos… La temporada de pesca comienza cada año desde el 15 de mayo a finales de octubre.
Con la desamortización, las encomiendas fueron vendidas y fue muy poca la tierra que quedó en manos de los habitantes del pueblo, por lo que se vieron obligados a abandonar el sector primario para iniciar su actividad en el secundario con tenerías, hornos de pan, molinos y minas de níquel.
En Salorino, la mezcla de patrimonio y naturaleza se hace patente en cada paso. Además de la Iglesia de San Ildefonso y la ermita de Santa Ana, la importancia de ríos y arroyos en este municipio es palpable. Un ejemplo claro son los molinos harineros, que disponen de un sendero para ser visitados y hasta de un día de celebración, la Romería de los Molinos, que se festeja el segundo domingo de mayo. También cabe destacar la gran tradición taurina que caracteriza a esta localidad, que puede disfrutarse en su plaza de toros con capacidad para 1.300 espectadores.
No te puedes ir sin ver…
Si existe una romería en su honor, es que merece la pena visitarlos. A mediados del siglo XVIII, los molinos harineros eran una de las principales fuentes de recursos para los habitantes de Salorino. Funcionaban gracias al curso del agua, que accionaba la rueda del molino (en piedra) y esta molía el grano.
Siguiendo el curso de la rivera de Justicia, podemos encontrar aún restos de los molinos y sus canales correspondientes. Algunos ejemplos son el de La Molinita, Toriles o Charca del Melonar entre otros.
Son restos de una edificación medieval. Además, en su entorno podemos encontrar también dos tumbas antropomórficas excavadas en pizarra. Al igual que las de otros pueblos, se trata de tumbas individuales, cuya datación es complicada, debido al expolio que sufrieron, sin haberse encontrado en ellas material alguno. La hipótesis es que pertenezcan a la época tardo romana o incluso visigoda.
Mirador Torrico San Pedro (PR-CC 93): Esta ruta circular señalizada homologada por FEXME, de dificultad moderada, tiene una longitud de 20 km y una duración de 7 horas y 10 minutos. Se inicia en Salorino y alcanza el majestuoso Torrico de San Pedro, ubicado a 703 m sobre el nivel del mar. De todas formas, el camino es prácticamente llano excepto la subida y la bajada al mirador del Torrico. Lo ideal es realizarla en días claros para poder contemplar las maravillosas vistas que ofrece la Sierra de San Pedro.
Recorrido circular de 15,6 km que se tarda aproximadamente 4 horas y 10 minutos en completar. Tiene algunas subidas y bajadas aunque se considera bastante llana. Se inicia en la Plaza de Torrijos, continuando por Laguna Cigüeña y Rivera Getreros hasta llegar a la Finca Justicia. Una vez allí, alcanzamos el Paraje la Mesa, donde se podrán observar unas magníficas vistas panorámicas, llegamos al Puente del Infierno y volvemos al punto de inicio por la Finca de la Torrecilla y la casa de Vaquerilejo.