Piedras Albas
Un viaje al pasado junto a la frontera con Portugal
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Ayto. Piedras Albas
Calle Aduana, 2
10991 Piedras Albas, Cáceres (Extremadura)
Piedras Albas, fronteriza con Portugal, se asienta sobre la vertiente sur del denominado cerro del «Castillo», entre los ríos Erjas y Alagón, y coronado por enormes bloques cuarcíticos de color blanco que probablemente dieron nombre a esta localidad. Es difícil datar los orígenes del pueblo pero se pueden rastrear documentos donde se apunta a un pasado pre-celta, cuando se denominaba Elbocoris según algunos escritos como “El Centro Interior de Portugal y el origen de los Lusitanos” de Martín Almagro-Gorbea.
Según la tradición oral, en la época prehistórica tuvieron lugar asentamientos en torno al «Canchal de los dos Ojos o Peña Buraca». Se piensa que el cerro sobre cuya falda se sitúa la población constituyó un asentamiento neolítico antaño, reconvertido en fortaleza árabe primero y después cristiana. Los árabes dejaron huella en la zona sobre el lugar donde se asienta «el Castillo», que era una zona de viñas, y que ahora tan solo quedan bloques de piedras de cantería de color rosado y blanco. De la época romana, por su parte, existen lagares para producción tanto de aceite como de vino, la calzada romana que unía Corduba (Córdoba) con Portus Cale (Oporto) y el Puente de Segura.
Curiosidad: La zarzuela “Luisa Fernanda” fue escrita en el pueblo, y parte de la acción transcurre en las inmediaciones de la frontera hispano-lusa en una finca denominada La Puente.
Esta comedia lírica en tres actos, de Federico Moreno Torroba y libreto de Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw Iturralde, fue estrenada en el Teatro Calderón de Madrid el 26 de marzo de 1932 y, según algunos recuentos, lleva más de 10.000 representaciones. Era la cuarta zarzuela de Torroba y su primer gran éxito. La acción de esta zarzuela comienza en la ciudad de Madrid, durante el reinado de Isabel II, en los momentos previos a la revolución de 1868, y acaba en una casa extremeña tras el destronamiento de Isabel II con La Gloriosa.
En el escudo de la localidad hay representada una muralla de plata, que simboliza la fortaleza, y sobre ella, la cruz de la Orden de Alcántara, que da testimonio de la pertenencia del pueblo a dicha Orden.
No te puedes ir sin ver…
Este santuario prehistórico ha sido declarado como un Bien de Interés Cultural en Extremadura con la categoría de Zona Arqueológica. De aspecto mágico, es un lugar único que debe su nombre a las dos cavidades enormes, que parecen dos grandes ojos, pero que esconde muchos más secretos ya que ocupa una superficie aproximada de cuatro hectáreas con abundantes restos arqueológicos.
La Peña Buraca está rodeada por decenas de tumbas rupestres, algunas con rebaje en la cabecera e incluso una tumba con dos huecos destinados a alargar la cabeza y los pies de la inhumación, geminadas infantiles y tumbas antropomorfas.
Transcurre por la dehesa boyal hacia el puente romano de Segura que está situado sobre el río Eljas. Es conocido también con el apelativo cariñoso de «Puente Chico», en clara alusión a su hermano mayor de Alcántara. De hecho, parece una réplica suya, pues en su construcción se siguieron las mismas técnicas arquitectónicas ya que fue construido por el mismo ingeniero Cayo Julio Lacer.
Presenta cinco ojos desiguales, en arcos de medio punto, sobre cuatro pilares cuadrangulares con tajamares aquillados. Tiene el honor particular de ser el puente más internacional de la Comarca, pues justo en medio de su calzada se halla la divisoria de España y Portugal, enlace fronterizo de la Ruta de la Lana y lugar por donde la calzada romana seguía su periplo hacia Portus Cale (Oporto).
Pertenece al arciprestazgo y diócesis de Coria. Es de estilo gótico y la parte más antigua corresponde al presbiterio, que data de la segunda mitad del siglo XVI. El primer tramo de nave se construyó entre 1630 y 1650, edificándose el resto del templo en la segunda mitad del siglo XVII. Además, también se puede observar un coro y una torre en el ángulo suroeste.