Los mejores miradores en Tajo Internacional
El río Tajo hace de frontera natural entre España y Portugal y cuenta con idénticas características a ambos lados de la Raya. Aquí, encontramos la vegetación típica del bosque mediterráneo, dominado con alcornoques, encinas y matorral. En primavera es espectacular la floración de las jaras. Además, este territorio cuenta con formas de lo más caprichosas a base de rocas quebradas y riberos por los que corretean arroyos y riachuelos, que originan un paisaje de ensueño que contrasta con las llanuras de alrededor de la zona.
A continuación, te proponemos los mejores miradores para hacer un alto en el camino y disfrutar de este paraíso transfronterizo.
Mirador ‘La Carrasquera’
Cedillo, el pueblo más al oeste de la provincia de Cáceres, alberga en sus alrededores este espectacular mirador sobre el río Tajo. Al final del sendero del mismo nombre hay un mirador que te sitúa justo en el punto donde los ríos Erjas y Sever desembocan en el Tajo. Dan ganas de quedarse varias horas contemplando el paisaje.
Si te apetece caminar puedes realizar el camino de vuelta a Cedillo, alrededor de 3 kilómetros, o, comenzar el Camino Natural del Tajo (GR113), una ruta homologada para recorrer desde el nacimiento del río hasta la frontera con el país vecino.
Mirador de Negrales
El espectacular paisaje, formado a base de meandros del arroyo Negrales, es una parada obligatoria para los amantes de la naturaleza. Aquí, de nuevo, la frontera hispano-portuguesa se funde con riberos, encinas, jaras, aulagas, brezos blancos o durillos. Además, puedes encontrarte con nutrias, águilas culebreras, perdiceras o buitres negros, sin olvidar las singulares formas de las rocas alrededor del río. Como curiosidad, y según la época del año, abundan varias variedades de mariposas, como la limonera, la cleopatra, la del madroño o las aristoloquias.
Mirador de Las Viñas
Situado en los riberos del Tajo, este enclave ofrece unas vistas inmejorables del río más largo de la Península Ibérica. Una gran torre de madera, cuyas llaves hay que pedir en el Centro de Interpretación de ‘El Péndere’, en Santiago de Alcántara, ejerce como observatorio para vislumbrar el vuelo de las grandes aves rapaces del parque surcando un paisaje de dehesas y olivos cortados por el abrupto desnivel que provoca el Tajo.
El mirador de las Viñas es un punto estratégico para, durante el final del verano y principios del otoño, disfrutar del espectáculo de la berrea.
El corredor ecológico de Herrera y Santiago de Alcántara
De nuevo, nos encontramos en un lugar ideal para disfrutar de la avifauna de la zona en un terreno donde contrastan las últimas montañas de Sierra de San Pedro con el angosto valle del Tajo. Desde su cima se observan las rapaces, la agreste naturaleza y vestigios históricos como la cueva de ‘El Buraco’, un ejemplo de armonía entre el ser humano y la naturaleza.
Como curiosidad, de camino a este mirador encontrarás una fuente de aguas sulfurosas, que convierten a este enclave en uno de los más singulares del Parque.
Mirador de la Presa de Alcántara (Balcón del Tajo)
Justo antes de llegar al municipio de Alcántara hay un desvío para disfrutar de las excepcionales vistas que ofrece el mirador de la Presa (Balcón del Tajo). Desde esta panorámica se ve todo el embalse, el pueblo de Alcántara y, por supuesto, su milenario Puente Romano.
Cabe recordar que la Presa de José María Oriol o Alcántara II, se terminó en 1969, siendo en su momento la segunda reserva más grande de Europa con una longitud de 91 kilómetros. Esta presa regula el caudal del Tajo para generar energía eléctrica y supone la fusión estética y técnica entre la excelente ingeniería romana y la del siglo XX, teniendo ambas el objetivo de doblegar al gran río Tajo.
Mirador del Balcón del Mundo
Hay un precioso sendero de corto recorrido que transcurre entre paredes de pizarra, que ofrece espectaculares vistas de Alcántara, del recinto amurallado, del Puente Romano y de los riberos del Tajo. El mirador «Balcón del Mundo» nos permite contemplar el paisaje de ribera que nos ofrece el río Tajo, con su Puente Romano al fondo, así como de parte del casco histórico. El recorrido, de apenas una hora de duración, es bastante accesible por no presentar desniveles ni dificultades.
Mirador de Mari Loza
Para llegar a este mirador tienes que coger el camino que parte de Herrera de Alcántara desde la calleja ‘Mari Loza’, y que termina en la orilla del Tajo, al embarcadero y un poco más adelante, otro mirador junto a las casas de los antiguos pescadores. Esta ruta posee un gran interés botánico gracias a almeces o majuelos que van dando paso a encinas, quejigos aladiernos o cornicabras. El aroma que desprende este lugar es de jazmines, orégano, narcisos pálidos, mejoranas o varias clases de orquídeas, que se combinan con multitud de animales como mitos, tejones o nutrias.